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11 de Abril del 2022

La verdadera riqueza de las naciones

Autor: Juan Carlos Ramírez Larizbeascoa
Parlamentario Andino
República del Perú

La verdadera riqueza de las naciones

A lo largo del tiempo se nos ha dicho que los países andinos somos países ricos. Esto no es cierto, realmente es en extremo falso; no somos ni ricos, ni saludables, ni seguros, ni tenemos educación avanzada. Las naciones verdaderamente ricas son algunas, como por ejemplo Suiza, Alemania o Japón, que tienen un PBI per cápita anual a precios corrientes de 2020, reportado por el Banco Mundial, de US $71 mil, 54 mil y 45 mil. Nuestros países andinos tienen el más alto PBI per cápita en Chile (US $25 mil) y el más bajo en Bolivia (US $8 mil).

Podríamos tratar de Singapur, Suecia, Holanda, Noruega o muchas otras naciones, que realmente tienen cifras muy grandes de riqueza material y bienestar humano en general. Pero podría decirse que es porque tienen baja población o porque tienen posiciones geopolíticas muy favorables. No importa qué parámetro usemos, salimos perdiendo en la comparación.

En la marcha de explicarse por qué esto es así, pueden por supuesto, esgrimirse los más variados argumentos. Desde los que suponen modelos mentales colonialistas hasta los que van al marxismo posmoderno para explicar conflictos y asimetrías comerciales, que ya no son la lucha del capital y el trabajo, ni entre clases sociales, sino entre potencias comerciales y grupos múltiples y antagónicos modernos y tecnológicos.

El sofismo clásico es plantear que somos ricos porque tenemos recursos naturales. Es decir, somos ricos porque tenemos cobre, oro, plomo, litio, petróleo, gas, anchovetas, sardinas, madera, peces en general, café, langostinos, bananos, cacao, ganado, uvas y un inmenso etcétera, qué sería realmente largo nombrar aquí.

Pero, qué curioso, ninguno de los verdaderamente ricos tiene nada de lo anterior. Algunos, como Japón e Islandia, son Islas realmente poco fértiles para casi cualquier cosa; otros como Suiza, no tienen mar; otros como Singapur, son una pléyade de pequeños territorios e islas. Alemania es no solamente rica, sino que ha pasado dos guerras mundiales recientes (la última hace menos de 80 años) que la dejaron en la ruina ¿Por qué ellos son ricos y nosotros no?

En esta respuesta nos puede ayudar Tácito, gran historiador romano, cuándo justamente se refería a los germanos y decía: «Es un pueblo que planea sus días; tiene a la virtud entre las cosas ciertas y la suerte entre las inciertas; considera el general en más que al Ejército». Para ellos, la calidad del que gobierna es la clave de la riqueza.

Y es cierto, quien tenga gobernantes valientes, honrados e inteligentes será rico. No importa si no tiene nada material para serlo. Y yendo al extremo está Israel (US$ 42 mil), que no sólo no tiene nada en recursos naturales, sino que está rodeado de enemigos, y que, por último, ni siquiera tuvo un país, es decir un territorio por casi.2.000 años (de 70 d. C. a 1948 d. C.). No solo han sobrevivido sin tierra, han prosperado y llegado a la riqueza.

Entonces, no busquemos el desarrollo, la riqueza, la paz, la salud, la educación y el bienestar general de nuestros pueblos andinos en donde no está. No está en nuestra tierra y en nuestro mar, tampoco está en nuestra historia (Hitler sería el caso negado para Alemania).

Está en nuestros corazones, el cerebro y el espíritu de nuestros gobernantes. Los del presente y los del futuro. Personas honorables, valientes e inteligentes hacen la riqueza de las naciones. Debe haber alguno entre nosotros.

Fotografía: visiteisrael.com